¿Qué es la sensibilidad dental y qué la causa?
La sensibilidad dental, también conocida como «hipersensibilidad dentinaria», es una condición en la que los dientes reaccionan al calor, frío, dulces o incluso a la presión. Esta sensibilidad ocurre cuando las capas internas del diente, específicamente la dentina, quedan expuestas debido a la pérdida de esmalte o la retracción de las encías.
Cuando estas áreas sensibles se exponen, los estímulos externos, como los alimentos o bebidas frías o calientes, pueden irritar los nervios dentro del diente, provocando un dolor agudo.
Causas principales de la sensibilidad dental
Existen varias razones por las cuales puedes estar experimentando sensibilidad dental. Conoce algunas de las causas más comunes:
- Bruxismo:
El rechinar de dientes, especialmente durante la noche, puede desgastar el esmalte y exponer la dentina, lo que lleva a una mayor sensibilidad.
- Mala técnica de cepillado:
Cepillarse con demasiada fuerza o usar un cepillo con cerdas duras puede dañar el esmalte y provocar la exposición de las áreas sensibles.
- Consumo de alimentos y bebidas ácidas:
Los alimentos como cítricos, refrescos o vinagre pueden erosionar el esmalte con el tiempo, dejando los dientes más vulnerables a la sensibilidad.
- Recesión de encías:
Las encías que retroceden, ya sea por enfermedad periodontal o cepillado agresivo, pueden exponer las raíces de los dientes, lo que también provoca sensibilidad.
- Caries o dientes fracturados:
Estas condiciones pueden exponer la dentina o el nervio, lo que resulta en un dolor agudo al ingerir ciertos alimentos o bebidas.
- Tratamientos dentales recientes:
A veces, después de procedimientos dentales como blanqueamiento, empastes o limpieza profunda, puedes experimentar sensibilidad temporal.
Si bien la sensibilidad dental puede ser el resultado de varios factores, la buena noticia es que es una condición tratable.
5 Consejos para Reducir la Sensibilidad Dental
Si experimentas sensibilidad dental, no te preocupes. Toma en cuenta algunos consejos prácticos que pueden ayudarte a reducirla:
1. Usa una pasta dental específica para dientes sensibles
Una de las formas más fáciles de combatir la sensibilidad dental es usar una pasta dental diseñada específicamente para dientes sensibles. Estas pastas contienen ingredientes que ayudan a bloquear las señales de dolor que viajan desde la superficie del diente hasta los nervios internos.
Algunas de las marcas más conocidas incluyen ingredientes como el nitrato de potasio o fluoruro de estaño, que son efectivos para reducir la sensibilidad con el tiempo.
Es importante tener en cuenta que los resultados no son inmediatos. Debes usar la pasta dental durante varias semanas para notar una mejora significativa. Recuerda cepillarte al menos dos veces al día, o según lo recomendado por tu dentista.
2. Cepíllate suavemente y con una técnica adecuada
El cepillado vigoroso o con un cepillo de cerdas duras puede ser perjudicial para tus dientes y encías. Si eres propenso a la sensibilidad dental, es fundamental cambiar tu cepillo por uno de cerdas suaves y ajustar tu técnica de cepillado.
Lo ideal es realizar movimientos circulares suaves en lugar de frotar con fuerza de un lado a otro. También es recomendable usar una presión moderada, lo suficiente para limpiar los dientes sin dañar el esmalte ni las encías.
3. Limita el consumo de alimentos y bebidas ácidas
El consumo regular de alimentos y bebidas ácidas, como refrescos, cítricos, jugos o vinagres, puede erosionar el esmalte dental con el tiempo. Esto deja los dientes más vulnerables a la sensibilidad.
Si bien no es necesario eliminar por completo estos alimentos de tu dieta, puedes reducir su consumo y tomar algunas precauciones:
- Bebe agua después de consumir alimentos ácidos para ayudar a neutralizar los ácidos en tu boca.
- Usa una pajilla cuando bebas bebidas ácidas, lo que puede ayudar a reducir el contacto con los dientes.
- Evita cepillarte los dientes inmediatamente después de consumir algo ácido, ya que el esmalte está más vulnerable en ese momento. Espera al menos 30 minutos antes de cepillarte.
4. Protege tus dientes contra el bruxismo
El bruxismo, o el hábito de rechinar los dientes, es una causa común de desgaste del esmalte, lo que puede llevar a la sensibilidad. Muchas personas rechinan los dientes mientras duermen, sin ser conscientes de ello. Si sospechas que este puede ser tu caso, es importante que hables con tu dentista para obtener una férula nocturna.
Una férula dental personalizada puede proteger tus dientes del desgaste excesivo y ayudar a reducir el dolor asociado con la sensibilidad dental. Además, puede mejorar la calidad de tu sueño y prevenir otros problemas relacionados con el bruxismo, como el dolor de mandíbula.
5. Mantén una higiene dental impecable
La acumulación de placa y la mala higiene bucal también pueden contribuir a la sensibilidad dental, especialmente si la placa se acumula alrededor de las encías y provoca enfermedades periodontales. Para mantener tus dientes y encías sanos, asegúrate de seguir estos pasos:
- Cepíllate los dientes dos veces al día con una pasta dental fluorada.
- Usa hilo dental o cepillos interdentales para eliminar la placa y los restos de comida entre los dientes.
- Visita a tu dentista al menos dos veces al año para limpiezas profesionales y chequeos regulares.
Cuándo consultar a un dentista
Si has seguido estos consejos y aún experimentas sensibilidad dental, es posible que sea hora de consultar a un especialista. En algunos casos, la sensibilidad dental puede ser un síntoma de un problema subyacente más grave, como una caries, una infección dental o una enfermedad periodontal avanzada.
Un dentista puede evaluar la causa exacta de tu sensibilidad y ofrecerte soluciones más personalizadas. Esto puede incluir el uso de tratamientos con fluoruro, selladores dentales o incluso procedimientos más avanzados si la situación lo requiere.
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