
Seguro que más de una vez has oído hablar de la endodoncia, aunque puede que no tengas del todo claro qué implica realmente este tratamiento. Desde Clínica Orgaz Dental, tu dentista de confianza en Móstoles, te explicamos de manera sencilla y directa todo lo que necesitas saber sobre esta técnica que salva sonrisas.
1. ¿Qué es exactamente una endodoncia?
La endodoncia, más conocida como “matar el nervio”, es un tratamiento dental que consiste en eliminar el tejido dañado o infectado que se encuentra en el interior del diente. Este tejido, llamado pulpa dental, contiene nervios y vasos sanguíneos que, cuando se inflaman o infectan, provocan dolor, hinchazón y otros problemas bastante molestos.
Durante la endodoncia, el dentista limpia cuidadosamente el interior del diente, desinfecta la zona y luego la sella para evitar futuras infecciones. Gracias a este procedimiento, se consigue conservar el diente natural en lugar de tener que extraerlo, algo que siempre es preferible para mantener la salud bucal.
2. ¿Cuáles son las causas más comunes que llevan a necesitar una endodoncia?
Existen varias razones por las que podrías necesitar una endodoncia, y todas ellas tienen que ver con el daño o la infección de la pulpa dental. Algunas de las más frecuentes son:
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Caries profundas que alcanzan el nervio del diente.
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Golpes o traumatismos que dañan la raíz o fracturan el diente.
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Desgaste dental severo, ya sea por bruxismo (rechinar de dientes) o por erosión ácida.
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Infecciones recurrentes que no se resuelven con tratamientos más simples.
En Clínica Orgaz Dental en Móstoles, evaluamos cada caso de manera personalizada para determinar si realmente es necesario realizar una endodoncia o si existe una alternativa más conservadora.
3. Señales de que podrías necesitar una endodoncia
Aunque solo un profesional puede confirmar si necesitas una endodoncia, hay ciertos síntomas que no debes ignorar:
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Dolor dental intenso, especialmente al morder o masticar.
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Sensibilidad prolongada al frío o al calor, incluso después de retirar el estímulo.
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Encías inflamadas o con pequeños bultos cerca de un diente.
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Oscurecimiento de un diente, lo que puede indicar daño interno.
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Mal aliento persistente o mal sabor en la boca.
Si notas alguno de estos signos, no lo dejes pasar. Cuanto antes se actúe, mejores serán los resultados y menos complicado será el tratamiento.
4. ¿Cómo se realiza una endodoncia paso a paso?
El procedimiento de una endodoncia es más sencillo de lo que imaginas. Además, en Clínica Orgaz Dental utilizamos técnicas modernas que minimizan las molestias y garantizan la máxima eficacia. El proceso habitual incluye:
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Anestesia local para que no sientas dolor durante el tratamiento.
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Acceso al interior del diente mediante una pequeña apertura en la corona.
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Eliminación de la pulpa dañada y limpieza de los conductos radiculares.
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Desinfección del conducto para eliminar bacterias y residuos.
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Relleno y sellado del diente con un material especial.
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En muchos casos, se recomienda colocar una corona dental para reforzar el diente tratado y protegerlo a largo plazo.
Todo el procedimiento suele completarse en una o dos sesiones, dependiendo del estado del diente.
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5. ¿Duele una endodoncia?
Esta es una de las preguntas más comunes, y la respuesta es sencilla: no debería doler. Gracias a la anestesia local, no sentirás dolor durante la intervención. Es normal que después del tratamiento experimentes algo de sensibilidad o molestia durante unos días, pero se controla fácilmente con analgésicos y siguiendo las indicaciones de tu dentista.
En Clínica Orgaz Dental, nos esforzamos para que tu experiencia sea lo más cómoda posible, utilizando técnicas que reducen el estrés y la ansiedad en cada consulta.
6. Cuidados después de una endodoncia
Una vez que te hayas sometido a una endodoncia, es importante seguir ciertos cuidados para asegurar una buena recuperación y prolongar la vida de tu diente:
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Evita masticar alimentos duros hasta que el diente esté completamente restaurado.
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Mantén una higiene bucal impecable, cepillándote y usando hilo dental a diario.
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Acude a tus revisiones periódicas para que el dentista pueda comprobar la evolución.
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Si sientes dolor prolongado, hinchazón o cualquier molestia anormal, consulta sin demora.
Recuerda que, aunque el diente ya no tenga nervio, sigue necesitando atención y cuidados para que funcione perfectamente durante muchos años.